Perro sacrifica su vida para salvar a un niño de una espantosa muerte
Dicen que los animales tienen una
capacidad de pensar y sentir igual o al menos similar a la que nosotros
los seres humanos tenemos. Por lo que a mi respecta, puedo decir que
creo completamente en esta teoría, los animales constantemente
nos muestran su gran capacidad de racionalizar la situación que están
viviendo, de asimilarla y reaccionar de inmediato.
Hablemos ahora de su sentir, apuesto que
muchos de nosotros nos hemos preguntado ¿Qué estará sintiendo “Tommy”?
Es cierto que ellos no pueden hablar y como tal expresar en palabras sus
sentimientos. Pero ellos lo manifiestan, no con palabras pero si con acciones.
Los animales domésticos se han caracterizado por la gran compañía y amor que brindan, pero los perros y esa gran virtud llamada fidelidad han logrado una unión tan grande que con el tiempo ya es difícil distinguir cual es cual.
Si, sabemos que el amor que puede surgir
por cualquier ser vivo hacia otro, puede generar tantos sentimientos
que nos disponemos a hacer muchas cosas por ese ser, ya sea persona o
animal. Pero en serio cuantos estamos dispuestos a arriesgar nuestra propia vida por el otro? Bueno, esta es la historia de Myra, una pequeña perrita que arriesgo su vida sin dudarlo dos veces por salvar la vida de un niño.
Parecía ser una noche común y corriente
para una humilde familia conformada por mamá, papá, hijo y nuestra
protagonista Myra, en la Ciudad de Cabo, Sudáfrica. Se disponían a pasar
la noche como siempre acostumbraban hacerlo, cuando de repente
ingreso a la casa un ladrón armado, que al encontrarse con la pareja de
esposos no dudo ni un segundo en pegarles un par de tiros y acabar con
ellos, como si no se tratase de vidas, como si ellos no fuesen personas deseosas de vivir, como si no fueran padres y necesitan su vida para amarse y amar a su hijo.
No puedo lograr imaginar la angustia que tuvieron que pasar estas dos
personas, no sólo por estar en frente de un delincuente y saber que su
vida estaba a segundos de terminar, sino también porque sabrían que ese hombre era capaz de acabar con todo lo que se interpusiera en su camino y eso incluía a su pequeño hijo.
Y tal cual sucedió, este
despiadado hombre después de acabar con la vida de esta pareja se
dirigió al cuarto del niño, donde este se encontraba aterrorizado junto a
su perra Myra. Ella al percibir peligro empezó a ladrar con el fin de asustar al hombre y alejarlo. Pero esto no fue suficiente, el
delincuente al sentirse amenazado saco su revolver y apunto hacia el
niño, Myra inmediatamente se lanzó en dirección de la bala, sabiendo
que arriesgaba por completo su vida, la bala penetro en una de sus patas
delanteras causándole un daño irremediable.
Myra se encontraba en el piso sangrando y padeciendo el terrible dolor que le causo la bala, pero ella no se rindió,
continuaba ladrando, cada vez más fuerte y con más provocación para
alejar al ladrón, el niño aprovecho la distracción que la perita estaba
causando y escapó para refugiarse en un lugar seguro, del mismo modo el delincuente al ver que ella estaba también alertando a los vecinos de peligro decidió huir.
En cuanto llego la policía al lugar de los hechos y notar la valentía
de esta perrita y el terrible estado en el que estaba, llamó a la SPCA
que de inmediato acudieron a su rescate. Lamentablemente el daño que le causo la bala fue tan fuerte que el veterinario debió apuntarle la patita, sin embargo Myra no mostraba mayor malestar, pues su vida y la vida del niño ahora estaban a salvo.
Myra pasó 10 días en cuidados intensivos, en cuanto se recupero por completo la SPCA se encargó de reunirla de nuevo con el niño, ambos se necesitaban para superar esta terrible experiencia y darle la bienvenida a un nuevo comienzo junto a los familiares que a ambos acogieron.
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